lunes, 30 de diciembre de 2013

En la espalda del mundo


En la espalda del mundo hallo refugio
entre álamos que musitan mi nombre
que ahora es Viento,
entre cinturas que encajan mis palabras
para tatuarlas en la piel del horizonte,
allí donde se crean los sueños
y los besos no poseen esquinas.
Allí olvido los cortos brazos del tiempo
y me creo en tus ojos cuando me miran,
me creo en la sangre que ignoraba las venas
cuando carecían de sombra nuestros cuerpos
y al cansancio lo llamábamos madrugada.

En la espalda del mundo me creo,
y en estas vidas que son una misma ventana
me creo en la mano que concibió tus gemidos
en la hortensia que teme al diente del otoño,
me creo en la paloma sin laurel
que no necesita nada porque lo es todo.

En la espalda del mundo soy tú
y en ese vacío que me hace libre
sin necesitarte, te amo.



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