viernes, 26 de abril de 2013

Buscando Miradas



Buscando miradas, me saltaron a la vista algunas que creía olvidadas, otras que jamás podré olvidar y la de aquellos ojos negros que nunca me miraron; pero ninguna era como la tuya.

Buscando abrazos, he encontrado abrazos azules que me elevaron al cielo, abrazos blancos ajustados desde el cariño, incluso abrazos ya descoloridos que me sumergieron en viejas pasiones, abrazos desmayados, prietos, confusos y alguno para colgar del llavero; pero ninguno era como el tuyo.

Buscando caricias, sonreí con un ramillete de caricias distraídas, de las que introduces en buzones ajenos sin aguardar recompensa; también las hallé tímidas, escandalosas y viajeras en busca de dueño, caricias de amor, de amistad y sin remitente a la entrega; pero ninguna era como las tuyas.

Buscando, amé tu recuerdo. Gracias, madre.

5 comentarios:

  1. ¡Precioso, Alfredo! Ahí está ella. Imposible olvidarla.

    ResponderEliminar
  2. Bellas y preciadas palabras, para recordarla. Me ha emocionado.

    ResponderEliminar
  3. Así es, no hay mirada más grande, más desinteresada y amorosa que la de una madre. Precioso. GRACIAS

    ResponderEliminar
  4. Bello,bello,bello. Me ha emocionado doblemente, como hija y como madre
    Gracias :)

    ResponderEliminar